Lenguazaque Capítulo 2

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LENGUAZAQUE CAPÍTULO 2

Ruta del Chaquén 2.0

VIDEO CAPÍTULO 2

Producción Nuestra Tierrita: Cámara 1: Duvan Fiallo; Cámara 2: Pedro Aldana; Cámara 3: Andrés Florez;  Coordinación periodística: Edgar A. Núñez; Guion: Edgar A. Núñez y Pedro Aldana; Postproducción: Duvan Fiallo Sonido: Edwin Castiblanco. Bogotá Colombia.

En nuestro último día en Lenguazaque estábamos por descubrir como el carbón, ese mineral que hace parte de su historia, su presente y su futuro se transforma en arte, de la mano de Fabian Guevara y niños de la región, quienes reemplazaron picas y palas, por cinceles, tornos, espátulas y lijas, para dar vida a diferentes objetos y esculturas.

A las 9 de la mañana de ese día sábado ingresamos a Carbonarte, Escuela de talla de carbón, la cual ha sido auspiciado por algunas de las empresas carboneras que existen en esa población. Es un espacio considerablemente amplio, con varias mesas que se encuentran entre tornos y lijadoras industriales, donde varios niños estaban concentrados, algunos parados y otros sentados, en cómo darle vida a aquella piedra negra; que le ha dado, durante años, parte del sustento a las familias de esa población.

Los niños con sus caras y brazos negros del polvillo del carbón son el alma de este sitio. El ambiente era increíble pues sus risas y gritos, alimentado por las ganas, la inocencia y la creatividad, hacían de este lugar un templo de arte.

Para sacar una pequeña estatuilla de aquellas piedras sin cometer errores, Fabian Guevara los dirige cada sábado para que les den forma a sus proyectos. Fabian es el único sobreviviente de un grupo de 25 lenguazaquenses que 20 años atrás recibieron una capacitación, para hacer de este arte un oficio que brindaría otra fuente de ingresos y que los alejará de las minas.

La pasión de Fabian por este arte hizo que reuniera un grupo de niños de las veredas cercanas de la población, con el fin de que continúen este legado. Él les enseña en un comienzo imágenes básicas como cuadros, triángulos y círculos, entre otros, para luego con buena práctica y experiencia realizar objetos más complejos como carros, barcos, animales, medallones, y figuras religiosas.

Esta escuela taller es un tesoro escondido de Lenguazaque, que representa una oportunidad maravillosa para convertirse en la producción artesanal insignia del municipio y promover la creación de microempresas que generan otro tipo de ingresos a partir del carbón. En pocas palabras es una oportunidad de oro para que estos niños y muchos otros más tengan una alternativa diferente a la minería.

Nos despedimos de Carbonarte ya que teníamos el tiempo justo para visitar otro de los tesoros escondidos de Lenguazaque: el sendero de Las cuevas de Las Antiguas, que según la leyenda fue el lugar donde los antepasados escondieron todo su oro y el cual jamás fue encontrado.

El recorrido inicia a pie. Desde la plaza central caminamos unas cuantas cuadras para luego comenzar a ascender por el sendero de una montaña repleta de biodiversidad. Bosques con bromelias o quichés colgando como faroles de los árboles, hongos de colores, musgo y flores de montaña.

Luego la roca se apodera del camino, lajas de piedra talladas por los años, plantas que se van vistiendo de espinas y en la parte más alta del cerro, de nuevo los frailejones que desde las alturas vigilan otra majestuosa panorámica del municipio.

Nos sobraban ganas de llegar a las cuevas, pero el clima no lo permitió. Se avecinaba un aguacero y por seguridad nuestros guías nos indicaron que era mejor regresar.

Fue un día de arte y de naturaleza, dos rasgos de una cara de Lenguazaque que muchos colombianos desconocen, y que aguarda desde el silencio del páramo para ser descubierta.

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GALERÍA

Material fotográfico cortesía por Duvan Fiallo y Juan Pinillos