Reiber y David – Equilibrio entre su pasión y vida

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REIBER Y DAVID – EQUILIBRIO ENTRE SU PASIÓN Y VIDA

Héroes de Nuestra Tierrita

Desde hace más de dos años, Reiber Sumoza (Reiberman) y David Franco (El Rasta) se dan cita todos los viernes, sábados y domingos en la paralela de la calle 80 con carrera 76. Allí desde las 6 de la mañana, colocan entre dos fuertes árboles una cinta cinco centímetros de ancho a una altura de uno con veinte metros, para darle equilibrio a su vida.

Al llegar a ese paraje, cada uno toma de los extremos la cinta para fijarlo en los troncos de los árboles que se encuentran a 15 metros de distancia. Su experiencia hace que solo les tome 20 minutos para instalarlo y así poder hacer lo mejor que hacen desde hace 5 años: volar y realizar acrobacias sobre una delgada línea.

Reiber es venezolano y es el más experimentado. Desde que llegó de su país natal todas las semanas madruga, para tomar el Transmilenio y así llegar a Villas de Granada, barrio que se encuentra al noroccidente de Bogotá, donde con un grupo de personas entrenan este deporte para ser los mejores.

Gracias a su estatura y delgadez es el que comienza la rutina. Revisa que todo este en regla, que la elasticidad de la línea se encuentre bien y que la cuerda este fijada en los árboles. Corre a lado y lado para verificar que este perfecta la cuerda.

Con su cara hace un gesto de aprobación y con un solo salto y bajo la mirada de su compañero de acrobacias, David Franco, ya se encuentra en segundos sentado sobre la línea. Los carros se acumulan por el semáforo en rojo de esa intersección de la calle 80, momento perfecto para comenzar a saltar sobre esa delgada línea. Se eleva del suelo a 4 metros de altura realizando diferentes piruetas dejando a los conductores y pasajeros con la boca abierta.

David lo sigue con la mirada y le da aliento con aplausos y gritos para que muestre sus habilidades. Toda la rutina se encuentra cronometrada con el tiempo que dura la luz del semáforo, en ese corto lapso Reiber cae sentado, acostado, vuela superando esa delgada línea y termina con un pequeño salto sobre el cemento del separador de la Calle 80, para luego correr entre los carros a recoger el dinero que con gusto los conductores les dan por su trabajo.

Mientras que Reiber recorre los autos, llega el turno de David, quien es colombiano y tiene el privilegio de vivir cerca de esa intercepción. David salta sobre la cuerda y Reiber lo anima, se para sobre ella y hace equilibrio, todos los conductores ven como ese hombre delgado con sus rastas, camina sobre la línea y comienza a mostrar sus destrezas.

Reiber, al mismo tiempo que observa como salta su compañero de aventura, comenta que este es un deporte muy agradable y que necesita de mucha concentración y habilidad, el cual tiene diferentes modalidades. Slackline que es lo que practicamos; Waterline que es poner la línea sobre el agua; Longline que consiste en instalar una cuerda de más de 30 metros de largo y 2,5 cms de ancho.

“Igualmente, está el Highline que consiste en ubicar a más de 20 metros del suelo una cuerda de 2,5, es solo para los más experimentados y el Yoga Slackline que es realizar yoga en la línea, se precisa de mucha concentración y practica sobre la cuerda”

David termina su rutina, y corre hacia los autos para recoger el dinero que se ganó por demostrar sus habilidades. Al acercarse comentó que en 5 horas de trabajo y los tres días de fin de semana, recolectan la plata necesaria para pagar y alimentar a sus esposas e hijos.

“Entre trabajo y entrenamiento siempre buscamos días de descanso debido a que este deporte es de gran impacto y muy desgastante, por eso estamos delgados por lo agotador que es. Tratamos de darnos ese día para pasar con la familia” dice Franco mientras se agacha a guardar el dinero que recogió en su mochila negra.

Entre el cambio de semáforos, el esmog, los pitos y el sonido de los motores, el tiempo pasa rápido y llega el mediodía, momento de comenzar a recoger sus cosas y desmontar todo el andamiaje de su trabajo.

Se despiden y nuevamente se dan cita para el siguiente día y realizar lo que más le gusta desafiar la gravedad y la vida sobre una delgada línea.