Una sonrisa por Cali, en tiempos del Coronavirus

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UNA SONRISA POR CALI, EN TIEMPOS DEL CORONAVIRUS

Tierrita De La Esperanza

Por las medidas que anunció el gobierno por la inminente llegada del coronavirus o covid- 19 a Colombia, muchas personas comenzaron a inquietarse por su futuro inmediato. Algunos se preocupan por no saber cómo sobrevivir a esta situación, mientras que otros deciden actuar y aportar su granito de arena para hacer más fácil la vida a los demás.

El pasado 18 de marzo, Diana Lucía Bustamante, diseñadora industrial y oriunda de la ciudad de Cali, recibió en su cuenta de Whatsapp el texto y una fotografía por parte de Lucas Bravo, un compañero de la Universidad, en el que se evidenciaba el desespero de una madre de familia. El mensaje que le llegó a Lilibeydy Manrique, profesora del Colegio La Fontaine –ubicado en la comuna Siloé de Cali– decía: “Profe me muero de la pena, pero estoy pasando una necesidad muy grande, vamos a estar en toque de queda y este es el panorama de mi nevera”, en esa foto se describía
lo desolador de su futuro. No había nada.

Esa imagen toco las fibras más profundas del corazón de Lucas –quien es también el director de la Fundación Educambio que brinda becas y ayudas a niños en Cali–. “Al descubrir ese mensaje decidí de inmediato enviárselo a Diana, porque me imaginé la situación por la que podrían pasar las personas que trabajan de manera informal y buscan su sustento a diario. Definitivamente necesitaba de su ayuda. El futuro para ellos es incierto, pues conozco muy bien a estas familias, debido al trabajo que realizo gracias a la organización. De ahí, que le dije a Diana y a Lily que podríamos ejecutar un plan para beneficiar a los que más lo necesitaban”.

Mientras nos comunicábamos por el Whatsapp, Diana comentó que entre los tres comenzaron a buscar ayudas y decidieron llamar a la campaña Una Sonrisa por Cali. “La única forma era difundir mensajes a todos los conocidos por medio de las redes sociales y llamándolas personalmente. En menos de quince horas recibimos una partida de 8 millones de pesos con los cuales, a pesar de las restricciones en la compra de mercados, logramos armar 320 kits, gracias a la colaboración del supermercado Cañaveral”.

La logística, dice Diana –con su voz tibia y su acento caleño– fue relativamente fácil pues anteriormente con Lucas, trabajábamos con comunidades vulnerables. Por lo tanto, contamos con varios líderes del sector en el que confiamos y lo más seguro es que ellos lo repartirían a las familias a las que teníamos censados en la Comuna de Siloé. Otros mercados se repartieron a algunos padres de estudiantes del Colegio La Fontaine, con el apoyo de Lily.

En ese momento, Lilibeydy Manrique aportó a la charla que gracias a esta acción se logr ayudar a 150 familias del colegio e incluso como las instalaciones se encontraban vacías sirvieron de centro de acopio. “Allí hicimos la entrega de mercados, todo el fin de semana entre ellas a la señora que nos envió el mensaje desesperanzador. De hecho, una mamá

nos contaba que ya habían comenzado a suprimir una comida al día, sobre todo el de los adultos para hacerla rendir y alimentar mejor a los niños. Se estaban acostando sin cenar. Yo sentía ganas de llorar, de decirles no se preocupen que aquí estamos para apoyarlos”.

Diana, después de escuchar el relato de Lily, con la voz entrecortada me relata que luego de entregar 100 mercados a la Fundación Anciano Abandonado en el distrito de Aguablanca, iniciaron el reparto a algunos indígenas y vendedores informales. “Una señora nos dijo que tenía para el fin de semana –antes de la cuarentena– una libra de arroz y cuatro huevos. Asimismo, se puso muy feliz al hacerle entrega del kit”. Me dice casi llorando “Edgar, no hemos parado de llorar por darnos cuenta de lo que realmente podemos lograr cuando nos juntamos. No sabemos la capacidad que tenemos todos al ser solidarios. Hemos dado amor y hemos recibido amor de toda la gente”.

Incluso, el supermercado Cañaveral se quiso unir a la campaña donando más de 800 mercados, que serán entregados en la segunda fase –en la cuarentena–. En este
momento, Diana, Lucas y Lily han recaudado más de 25 millones de pesos. Se estima que las donaciones lleguen a 1.750 familias, es decir que se impactarán a más de 7 mil personas.

“Todo esto no se podría lograr gracias a la colaboración y a las ayudas recibidas por los 333 personas que nos han aportado algún dinero. Así, se lo hemos hecho saber por medio de fotografías y videos. Las sonrisas y agradecimientos de los caleños son el mejor pago para todos, puesto además de nosotros tres, nos colaboran Vicky Reyes, María Paula Araujo, Isabella Motoa, María Alejandra Álvarez e Isabella Madriñan que han puesto corazón y sudor en esta iniciativa”, dice Diana.

Así como Lucas, Diana y Lily hay muchos colombianos que están aportando su granito de arena para sobrellevar una pandemia que seguro va a terminar pronto y nos dejará muchas enseñanzas.