Una visita a la casa multicolor

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UNA VISITA A LA CASA MULTICOLOR

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Bajo un gran domo, ubicado en el Jardín Botánico Joaquín Antonio Uribe de Medellín, extranjeros y nacionales nos dimos cita para observar uno de los espectáculos más impresionantes que ofrece la naturaleza. En esta ocasión, las protagonistas de la historia fueron aquellas criaturas aladas y de colorido sin igual, que solo salen con los primeros rayos del sol: las mariposas.

Un evento que no quería perderme mientras visitaba aquella bella ciudad. Desde la entrada del Jardín Botánico se podía divisar el domo de cristal y parales de aluminio, –el cual sabía con antelación que era el mariposario–. La impaciencia por tomar fotografías –una de mis grandes pasiones– no me dejo esperar más y cruce con prisa el sendero lleno de flores multicolores y un sin número de diversas plantas. En pocos minutos ya estaba en la puerta. De ahí salió un hombre de mediana estatura y con acento paisa que nos dijo “por ahora no es posible entrar” –era el encargado del lugar– y nos aconsejó que “el mejor momento para ingresar es cuando haya al menos un buen rayo de sol”. En ese instante, el cielo que estaba nublado no me daba esperanzas –por lo que me acorde de aquella frase que reza “del afán solo queda el cansancio”–. Esperamos casi media hora afuera.

Se abrió el cielo y el guía de “La casa de las mariposas” y de apellido Jaramillo, nos invitó a cruzar una puerta negra y luego una cortina de plástico. Mientras, avanzábamos comenzó a darnos indicaciones de cómo comportarnos, por ejemplo: nos aconsejó a no usar el flash, no tocar las mariposas y tener cuidado por donde caminábamos, el objetivo de ello no solo era proteger a estas criaturas sino también a la vegetación que se encuentra en ese hábitat. El ambiente en el lugar se sentía un poco húmedo y caluroso, el piso era de madera y había plantas a cada lado del camino. Se veía más verde por dentro que por fuera.

El guía se detuvo y como si fuera entrenada, una mariposa apareció de la nada y se posó en su hombro. Jaramillo mientras la miraba fijamente nos dijo “las mariposas son hermosas, los matices y figuras en las alas como la que tengo aquí las clasifica de su especie.

De manera jocosa nos explicó que “los colores de las flores más llamativas son aquellas que tiene más posibilidades para que un insecto fije su atención y de esa manera pueda ser polinizada. Los mismo pasa con el cortejo de las aves, de los peces y corales, en fin, casi todos los animales utilizan diferentes rituales para reproducirse. No solo es la supervivencia del más fuerte sino también del más llamativo.  Ahora, lo pensarás dos veces antes de usar lápiz labial rojo o no”, dijo Jaramillo al mismo tiempo que la mariposa volvía a alzar vuelo y se escuchaban varias risas.

Dentro del hilo de la conversación, Jaramillo, nos explicó que las mariposas al igual que las abejas son de gran importancia para nuestra cadena alimenticia y la que sus patas, que hacen parte de su sentido del gusto, ayudan a llevar el polen de flor en flor. “Estos insectos sobreviven en casi cualquier ambiente, ellas son todo terreno. El único lugar donde no sería posible su existencia es la Antártida, por obvias razones” añadió.

Mientras nos exponía sobre las especies de cada uno de los insectos que habitaban allí y con las cuales nos topábamos a cada paso que dábamos, nos enseñó algunos datos importantes, como el que Colombia tiene la diversidad más grande de mariposas. Tenemos alrededor de más 3.300 especies y están divididas en 127 familias y 46 superfamilias. Infortunadamente, su ciclo de vida es de entre 2 y 4 semanas.

Luego Jaramillo nos dio la oportunidad para tomar fotografías y caminar por el sendero. Muchas estaban ocultas entre las hojas; otras volaban mostrando su espíritu de libertad. Llegó un momento en el que me sorprendí por la cantidad de estas criaturas aladas. Revoleteaban por todas partes como si fuera una gran danza. Hasta algunas se posaron en mi cabeza.

No podía dejar de disparar mi cámara recorrí los casi 1.200 metros cuadrados de aquella arquitectura compuesta en su gran mayoría por plantas, las cuales sirven de hogar para esos pequeños habitantes. Fue una experiencia enriquecedora la cual llenó todas mis expectativas y conocí un poco más de lo maravillosa que es la naturaleza. Definitivamente les recomiendo conocer “La Casa de las Mariposas” que cuenta ya con un año de haber sido inaugurada. ¡Claro está¡ No olvide llevar una buena cámara, pues allí podrá obtener excelentes fotografías o videos de la hermosa danza de estos pequeños insectos.