De diseñadora a conductora de plataforma

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DE DISEÑADORA A CONDUCTORA DE PLATAFORMA

Héroes de Nuestra Tierrita

Una vez más suena el despertador. Adriana* somnolienta revisa su celular para verificar la hora. Son las 5 de la mañana. Un nuevo día en el que estará nuevamente detrás del volante de su carro.

Apresurada, por que tiene que salir a las 6 de la mañana, se organiza y desayuna. “Día que no desayuno me da migraña y no es bueno para mi jornada” dice mientras va al parqueadero donde se encuentra su herramienta de trabajo.

Revisa el motor si está bien de refrigerante, frenos y demás aditamentos que se debe tener presente para la seguridad del pasajero. Es que ella, desde hace 7 años, trabaja con las plataformas de transporte y afortunadamente ha tenido suerte en este trabajo.

Gracias a él ha logrado que su emprendimiento que es el de diseño de joyas y de decoración para el hogar haya despegado para aportar a su casa, en donde vive con sus padres y hermanos.

A pesar de que, actualmente, no es muy rentable este trabajo si le da la facilidad de manejar su tiempo para realizar vueltas importantes personales y de su familia. Incluso dedicarse a su pequeña empresa.

“Hay ocasiones que entre las 10 de la mañana y las 2 de la tarde se reduce el trabajo por la plataforma por lo que aprovecho para realizar mis vueltas personales. Y en ocasiones almuerzo en casa”.

“Para mi este es un trabajo, el cual catalogo fácil para las mujeres, claro que el tráfico pesado de Bogotá agota a cualquiera. Mientras que los hombres si lo tienen más duro, debido a que incluso durante la pandemia son perseguidos por trabajar en este tipo de aplicaciones”.

Sin embargo, hay uno que otro obstáculo que no la detiene para avanzar y conseguir sus retos.

“El pico y placa no ayuda mucho en este trabajo. Se hace todo lo posible para hacer el diario y que alcance para mis necesidades. No obstante, ya pagué todas las deudas que tenía y ahora tengo pensado hacer crecer mi negocio y viajar en un futuro muy próximo” asegura mientras conduce y mira la ruta por el gps.

Por lo general, está terminando su jornada hacía las 8 y 8 y media de la noche, dependiendo de cómo está el trabajo.

“Cuando veo que ya está terminando el horario trazado por mí, ajusto la aplicación para que me lleve a casa y si hay un servicio en la ruta me lo envía y así doy por terminada mi jornada”, lo dice con una sonrisa en su cara, como diciendo que le gusta lo que hace.

Adriana como miles de colombianas se dedican a realizar estos oficios. Siendo ellas un engranaje más de nuestra economía y muestran que ellas son fuertes, y no le temen a nada.

*Protegemos el nombre de nuestra entrevistada