Piedras del Tunjo

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PIEDRAS DEL TUNJO, SU LEYENDA

Mitos y leyendas

El Parque Arqueológico de las Piedras de Tunjo o de Tunja –como es conocido—es un sitio que tiene mucha historia por su importancia en la región. Existen muchas versiones sobre su nombre. Sin embargo, el que más llama la atención es la leyenda en la que involucra el diablo y un negocio que termino mal.

Según la tradición vocal está leyenda se originó cuando sacerdotes de la comunidad Franciscana, que se encontraba construyendo una catedral en la ciudad de Quito, se quedaron sin piedras en las canteras cercanas, lo que pronosticaba que el templo nunca se haría.

Los clérigos estaban tan desesperados que no sabían que hacer, hasta que uno de ellos tomó la decisión de venderle su alma al diablo, para continuar la construcción.

El diablo no podía contener su emoción del negocio que hizo, por tener una de las almas más devotas de Dios, por lo que no esperó más y se fue a buscar las piedras más grandes que pudieran existir y las encontró en la ciudad de Tunja.

De inmediato armó la logística al traer con el un ejército de demonios. Estos escuadrones las cargaron en una noche de luna, mientras la gente dormía. Después de un gran esfuerzo descansaron a las afueras de la población de Facatativá, cuando fueron sorprendidos por un mensajero que le llevaba la noticia al diablo de que el sacerdote decidió deshacer el pacto que tenían, luego de un sueño que tuvo.

El diablo no pudo con la noticia y ordenó a los demonios que dejaran las piedras donde actualmente se encuentran. Los gritos y llantos del diablo de la rabia por saber que no se haría su voluntad sobre el alma del sacerdote, fueron tan fuertes que dicen en la población que aún se escuchan en las noches de tormentas.