¡AQUÍ HAY GATO ENCERRADO!
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Esta expresión es utilizada para referirse a la desconfianza hacía algo o cuando olemos que algo anda mal.
En realidad, fue utilizada por ladrones entre los siglos XVI y XVII, en la época del Siglo de Oro, como código para advertir que la víctima llevaba dinero. En ese entonces las personas llevaban en bolsas o talegos sus monedas a las cuales por moda le pusieron gato.
Estas bolsas estaban escondidas dentro de su ropaje para que no fueran vistos por los rateros de la época. No obstante, se daban mañas para observar si las víctimas algún lado escondían el dinero.
Los amigos de lo ajeno se cruzaban y daban el código de que “había gato encerrado” para decir que la víctima llevaba una de estas bolsas.
Se cree que les pusieron “Gato” a los talegos del dinero, porque lo hacían con piel de estos felinos.