USME: TERRITORIO ANCESTRAL Y SAGRADO
Made in Nuestra Tierrita
La localidad de Usme cuenta con una historia maravillosa – como las 19 localidades restantes que rodean a Bogotá – proviene del nombre de la princesa Usminia, hija del Zipa de Bacatá, Saguanmachica, de la población indígena Muisca que habitaba en el territorio hace cientos de años.
La historia de esta princesa relata que era una mujer valiente y guerrera que amaba a su pueblo, la cual fue raptada por el cacique Ubaque durante enfrentamientos entre los pueblos muiscas y falleció al ahogarse en la Laguna Sagrada de Chizacá.
Gracias a esto, en la localidad de Usme existe una estatua que rinde homenaje a Usminia, está ubicada en el barrio Yomasa, en un sector reconocido como la “Y” que conecta la Av. Boyacá y la Av. Caracas. A diario sus habitantes reconocen su presencia y aunque para uno que otro pueda pasar desapercibida, la mayoría de Usmeños o Usmekas dignifican su historia hasta la actualidad.
Vamos a revivir un poco de la historia mis paisanos, cuando los españoles llegaron a invadir el territorio quedaron sorprendidos de la comunidad que había en Uta de Usme – sí, anteriormente figuraba este nombre en los papeles – no pensaron que existiera un territorio tan desarrollado a la época como este, pues en la vida cotidiana de estas tribus existía una alta producción agrícola, hilado y tejido de mantas, sin dejar de lado la invaluable creación de cerámicas con arcilla brindada por la pachamama.
Sus creencias eran totalmente diferentes a las que se impusieron a través de la religión luego de la conquista española, el sol era su Dios y la naturaleza les permitía acceder a ella con ciertos parámetros de respeto fundamentales. Los ríos y la lluvia no eran fuentes hídricas únicamente, eran lugares y momentos de completa plenitud y sobre todo sagrados, allí se realizaban rituales de purificación. ¿Bañarse una vez? ¡No! Era común que esta actividad se realizará varias veces en un día.
De igual forma, los momentos de luz, como el nacimiento de un nuevo ser humano y la consagración de un nuevo líder, se celebraban con baños en familia, evidenciando la profunda conexión entre lo espiritual y lo cotidiano. ¿Acaso es casualidad que el páramo más grande del mundo – Sumapaz – se encuentre cerca de la localidad de Usme? No creo.
Los muiscas también tenían definida la faceta jerárquica y política, se fundamenta en el clan o familia extensa, donde varios clanes conformaban una tribu liderada por un cacique. Pero más allá de las tribus individuales, existía una estructura política mayor: las confederaciones, encabezadas por el Zipa o Zaque, quienes no solo ejercían funciones políticas y administrativas, sino también desempeñaban roles religiosos, consolidando así la unión entre las tribus del territorio.
Con el pasar de los años, la historia no se olvida. En Usme aún podemos ver toda clase de personas, desde el campesino hasta el que va en traje de paño, el que sube la montaña para meditar y conectar con sus ancestros, mientras reconoce su historia y la dignifica a través de sus acciones. Ante los ojos de la sociedad, Usme es un “calentado o candela pura” por las problemáticas sociales que lo rodean; sin embargo, dejan pasar de lado su riqueza y origen.
Venga le cuento. Por allá, en el año 2006 se comenzaron a ver algunos utensilios y elementos diferentes a la época actual, más precisamente en la Hacienda El Carmen, en Usme Pueblo. Esto se da luego de un proyecto de vivienda cercano, donde las excavaciones fueron tan profundas que alcanzaron a sacar a la luz una nueva historia de los ancestros indígenas.
Posteriormente, los arqueólogos comenzaron a descifrar su historia y todo lo que conllevaba encontrar este tipo de objetos en la actualidad y al final descubrieron que no solamente unos cuantos objetos, sino alrededor de 2.500 tumbas con 1.200 años de antigüedad.
Más cuando se pensaba que el rastro indígena se lo había llevado el tiempo, se encuentra un vestigio importantísimo en la memoria de todos los habitantes de Usme y también de la ciudad de Bogotá.
Si usted quiere pegarse el viajecito y conocer un patrimonio cultural excelso, puede hacerlo de lunes a viernes de 7:00 am a 4:30 pm. Llegar es bien sencillo, desde el Portal de Usme puede tomar el alimentador Usme Centro 3 – 10 y se baja en la cuarta parada, de ahí caminar unos 5 minutos y listo. Si se siente perdido, olvídese de Google Maps y hable con un habitante de la zona, que seguramente lo va a guiar con la mejor actitud.
Usme, territorio de gente berraca y aguerrida, que aunque se encuentre más cerca de Cáqueza que del mismo Bogotá, nos sigue brindando perspectivas únicas de ver la vida, rodeadas de naturaleza, tradición rural y una historia que vale la pena recordar para siempre.