COLOMBIANA ENAMORA A ALEMANIA CON SUS MURALES
Héroes de Nuestra Tierrita
Por Maria Rosario Niño
¡Nadie es profeta en su tierra! dice el refrán que perfectamente se le puede aplicar a la caleña Liliana Martínez. Una mujer que está obteniendo grandes logros en Alemania al dar a conocer su arte muralista.
En Furth, una población cercana de Nuremberg (Alemania), Liliana cada mañana divisa por las ventanas de su casa las maravillas que ofrece la naturaleza. Un inmenso campo que le da la suficiente inspiración para organizar sus días, junto con sus dos hijos de 8 y 4 años.
Con la pandemia, la unión familiar le ha dado la suficiente fuerza para continuar con su trabajo que ha sido ovacionado y ha traído buenas criticas de los alemanes. “Aunque es un desafío encargarme de la casa y de mis hijos no puedo dejar sus habilidades como pintora. Siempre comienzo abriendo mi ventana para apreciar la vista que tenemos desde nuestra casa, realizo los quehaceres de mi casa y si mi esposo no está viajando por su trabajo, en la tarde comienzo a pintar; sino trato de hacerlo en las noches cuando ya todos duermen”, asegura Martínez.
La atracción por este arte surgió de ver a su abuelo, el pintor y retratista colombiano Efraín Martínez, crear las maravillas que lo hicieron famoso sobre los lienzos. No obstante, decidió escoger otra profesión diferente a las artes para tener seguro su futuro. Estudió Negocios Internacionales, carrera que le abrió la puerta de una empresa importante en Colombia y donde conoció su actual esposo.
Por cuestiones de trabajo de su compañero de vida decidió mudarse al país europeo, en donde retomó su pasión por el arte. “Ser muralista no fue una decisión per se. Fue más una curiosidad por hacer diseños más grandes y poder embellecer lugares que fueran más públicos. Cuando vendes un lienzo, esa obra queda en la casa de la persona. Un mural es algo más público y puedes seguir viéndolo. Me cuesta decirles adiós a mis obras una vez las finalizo” asegura.
Las mujeres en esta profesión tenemos una estética y una forma de ver el mundo distinta. Creo que, en ese sentido, la gente debe confiar más en la óptica femenina, porque ser muralista a veces es difícil. “Cuando debes pintar en un lugar público estas más expuesta a las miradas. No obstante, en Alemania son muy respetuosos. El esfuerzo físico a veces es desafiante. Pero me siento muy satisfecha cuando logro un mural de difícil alcance o con un diseño más elaborado”.
A Liliana recientemente, el alcalde de esa ciudad, la invitó a pintar una parada de autobuses y la gente tuvo una muy buena acogida por todos los habitantes de la población y que se hizo viral en redes sociales por toda Alemania e incluso fue invitada por algunos medios.
Ha realizado exposiciones en varias galerías. Pero, el reto a futuro de Liliana son murales más grandes y los proyectos con distintas localidades en Alemania para embellecimiento de áreas públicas.
Esta la historia de una colombiana que ve en su arte una manera de vivir y mostrar a todos lo que lleva adentro. Nuestras paisanas cuando se proponen algo lo logran, sin importar en qué lugar del mundo se encuentren.