Indígenas de amazonas se capacitan en mercadeo verde
INDÍGENAS DE AMAZONAS SE CAPACITAN EN MERCADEO VERDE
Tierrita de la esperanza
Los indígenas, desde hace miles de años, han considerado que la vida nace de la “Pachamama” (Madre Tierra), donde la vida se enciende y se apaga. De la cual hacemos parte; que somos su luz, su cuerpo y su espíritu. Alguna vez llegaremos a ella convertidos en polvo.
Una verdad que se ha cumplido durante el paso del tiempo. Su preocupación es que el hombre, en vez de amarla y agradecerle, la está arruinando. De ahí que han visto la necesidad de unir sus conocimientos milenarios con los del mundo moderno, para salvar lo que queda de ella.
Es por ello que cada seis meses, estudiantes de la Universidad El Bosque, se embarcan a un largo viaje de dos horas para desembarcar en un inhóspito y hermoso paraje del Amazonas. Llegan allí para darles a los indígenas las herramientas necesarias con el fin de mejorar la calidad de vida de su comunidad y capacitarlos en temas de ecología y medioambiente.
En entrevista con la gestora de esta gran obra: la doctora Clara Santafé, directora de biología de esa alma mater, nos da a conocer de qué se trata este especial programa.
¿Cuál es el objetivo de este programa?
Como parte del ejercicio académico, los estudiantes de biología de la Universidad El Bosque deben realizar una travesía internacional por la Amazonía colombiana y peruana. Con el fin de mejorar la calidad de vida de las comunidades indígenas con capacitaciones relacionadas a la reutilización de recursos, marketing ecológico, entre otras.
¿Para qué sirven estas salidas?
El fuerte de esta carrera son las salidas de campo que se realizan a diferentes partes del país. El biólogo no solo debe aprender de temas de diversidad, sino también, interactuar con los pueblos, tratar de resolver sus problemáticas y generar un desarrollo sostenible que no dañe los ecosistemas.
¿En este momento dónde están desarrollando el programa y más o menos cuánto tiempo dura estas salidas?
En este momento el programa se ha centrado en viajes a la frontera peruana, específicamente a zonas como San Antonio, Caballococha y Puerto Alegría. Las travesías pueden durar cerca de diez días para después trabajar con comunidades huitotas, ticunas, yucunas y yaguas. Hasta estos parajes llegan los proyectos productivos que tienen la misión de capacitar en pro del reciclaje a través del cual se aprovechan envases plásticos para fabricar desde objetos decorativos hasta cercas y amarres. Adicional a eso, los educamos en seguridad alimentaria. Los indígenas cultivan y tienen sus productos típicos de la región. Sin embargo, nuestra idea es llevarles semillas ya certificadas con el fin de generar pequeños huertos cerca de casa para complementar la alimentación de las comunidades.
¿De qué se tratan las capacitaciones? Las capacitaciones están centradas sobre la venta de bienes y servicios ecosistémicos en la que se les muestra a las comunidades que pueden usar su entorno, sin afectarlo y mejorar su economía. Es así como se les apoya para que se conviertan en guías bilingües o que trabajen en temas relacionados a la certificación hotelera y buenas prácticas.
Las visitas de los estudiantes son semestrales y las propuestas están creadas con indicadores de desarrollo. Lo anterior quiere decir que los alumnos regresan a las comunidades para apreciar el avance de los proyectos allí realizados, y si estos fueron útiles para los habitantes. De esta manera se mide el impacto al tiempo que los biólogos implementan cambios y certifican procesos para para sus futuras aplicaciones.
¿Qué logros han recogido con esta travesía?
En ocasiones las mismas comunidades son quienes mejoran muchas de las propuestas que les llevamos. Por ejemplo, en uno de los resguardos llevamos opciones para crear canaletas con los envases plásticos y elaboraron techos para cubrir de quioscos de los visitantes. Pero adicional a eso, ellos decidieron fabricar puentes peatonales reciclables para que los turistas recibieran menos agua y no se resbalaran.
¿Cuál es el futuro de este programa?
La premisa del biólogo de la Universidad El Bosque es que donde todo el mundo ve problemas, nosotros vemos oportunidades. Queremos seguir impactando positivamente en las comunidades porque nuestra responsabilidad es educar personas, para que después, se conviertan en agentes propositivos en sus pueblos.