Puerto López Capítulo 1

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PUERTO LÓPEZ CAPÍTULO 1

Ruta del Chaquén 3.0

VIDEO CAPÍTULO 1

Producción Nuestra Tierrita: Cámara 1: Duván Fiallo Cámara 2: Pedro Aldana Coordinación periodística: Edgar A. Nuñez. Guion: Edgar A. Nuñez y Pedro Aldana Postproducción: Marlon Motta Sonido: William Fonseca Diseño gráfico: Andrés Flórez Redes Sociales: Edwin Castiblanco. Bogotá – Colombia

El espíritu de Chaquén nos llevó esta vez a una de las regiones más hermosas de Nuestra Tierrita. Una hermosa aventura que comenzó con un largo recorrido por la Vía al Llano, una carretera que ofrece paisajes sin igual durante todo su trayecto, hasta que de improviso las montañas se quedan atrás para darle paso a un gran tapete verde infinito sobre el horizonte, indicándonos que estábamos en los Llanos Orientales.

Sin embargo, nuestro destino aún estaba Llano adentro, por lo que fue necesario recorrer varios kilómetros para llegar allí, durante el recorrido hallamos uno de los íconos turísticos de Puerto López (Meta), el ombligo de Colombia, que nos indicaba que estábamos cerca.

Luego de un tiempo y transitar por un tramo inicial de 40 minutos perfectamente pavimentado, el asfalto desapareció ante nuestros ojos, para convertirse en una larga trocha, que hizo el viaje aún más placentero, hasta que llegamos a la vereda Alto Melúa, un sitio especial donde se ubica la Estación Biológica Oso Palmero, un laboratorio a cielo abierto.

¿Qué es la Estación Oso Palmero?

Para explicarnos esto, se nos acercó uno de los anfitriones y guardianes de este espectacular lugar, Daniel Castillo, biólogo y docente investigador de la Universidad El Bosque, quien ha trabajado en aquel sitio desde que inició la estación.

“Este es un proyecto que empezó gracias a que la empresa privada, la comunidad y nosotros la academia, al llegar a un acuerdo, para conservar los recursos naturales y garantizar que este espacio, además de ser un sitio académico, aporte económicamente a la comunidad que vive en la zona. Un lugar que muestra que se puede vivir no solo de la exploración petrolera, la explotación minera, el uso de maderas y el comercio, sino que también hay otro que es el turismo con propósito”

Según Daniel, la estación era un terreno que no le crecía ni un solo pasto, el cual se encontraba al lado de un bosque de galería; con el tiempo y dedicación lo fueron recuperando, gracias al trabajo realizado por los profesores, los estudiantes y la comunidad.

Ahora allí, hay un lugar reservado para el camping, una gran cocina, baños y un amplio comedor, acondicionado para albergar hasta 60 personas.

No obstante, además de la formación académica de los estudiantes de biología, existen otros grandes objetivos con la comunidad.

De acuerdo con Leonardo Andrés Padilla, profesor de biología de la Universidad El Bosque, este lugar toma importancia cuando la comunidad se apropia y valora lo que tienen, si hay identidad hay mayor probabilidad de que los recursos naturales se conserven e implementar procesos que mejoren la calidad de vida de los habitantes.

“Es por ello que sensibilizamos a nuestros estudiantes para que vean las necesidades de las comunidades y también buscamos que estrechen lazos con ellos, para que haya también procesos a futuro, como por ejemplo capacitaciones a los niños del colegio y a las personas interesadas en la conservación de la naturaleza de la región”, asegura, Padilla.

No muy lejos de allí, exactamente en la cocina, mientras reparte alimento a los estudiantes, nos encontramos a Josefina Murillo, una mujer que lleva 22 años viviendo en el caserío El Paraíso. Ella con una sonrisa, con el ánimo de colaborar y claro trabajar para llevar su sustento, dice que es una bendición cuando la universidad los visita a su pueblo debido a que en el casi no hay empleo.

“Acá en esta vereda no hay mucho trabajo, cada vez que viene los estudiantes de la universidad, se activa la economía de muchas personas de la zona”, asegura, Murillo

Lo mismo piensa Gentil Suárez Méndez, un huilense que vive en esa zona desde hace más de 10 años y ve con buenos ojos el trabajo que se realiza en este gran laboratorio a cielo abierto.

“Nos parece muy bueno lo que realiza la Universidad El Bosque porque trae prosperidad y cada vez que vienen es un apoyo económico para cada uno y nos sirve de verdad arto”, dice, Suárez.

Una experiencia de aprendizaje

En esta ocasión, un grupo de 48 personas, entre estudiantes y profesores, llegaron por tres días a este destino, con el objetivo de llevar sus conocimientos a la práctica.

En este sitio los estudiantes acampan, reciben su alimentación y cuentan con toda la batería sanitaria necesaria, para que su estancia sea confortable y puedan enfocarse en los estudios que van a realizar.

Luego de una corta noche, los estudiantes madrugan y se alistan para recibir una pequeña charla de las tareas a realizar dentro del bosque de galería, donde se encontrarán de frente con la fauna y la naturaleza.

Sin duda alguna, la única manera de dar rienda suelta a sus conocimientos y conocer de primera mano las diferentes especies de animales que hay en la región y dar así inicio al trabajo de campo.

Emanuel Castro, estudiante de 4 semestre de biología, asegura que esta es una de las formas de conectar con nuestra profesión, o al menos la mayoría, porque hay personas que les interesa más la parte del laboratorio.

“Como biólogo, lo mínimo que uno espera es un ambiente en donde se puedan realizar todas las actividades, como los espacios para trabajar y donde no haya interrupciones, como los ofrece la Estación Oso Palmero”, asegura Castro.

Por otro lado, las expectativas de los estudiantes son altas y son un reto muy grande para ellos.

María José Jiménez, estudiante de 2 semestre de biología de la Universidad El Bosque, yo con esta experiencia espero que como profesional pueda desarrollar un papel importante en cuanto a la biodiversidad de Colombia y los trabajos en Campo como el que se desarrolla aquí, me ayudan a que a futuro pueda aportar un granito de arena para el cuidado de los ecosistemas.

Se espera que, a futuro, la estación biológica y la comunidad reciban a más grupos, no solo a científicos y estudiantes, también personas que deseen realizar ecoturismo o que le guste la astronomía, debido a que la zona es propicia para observar las estrellas.

La Estación Biológica Oso Palmero continuará desempeñando un papel vital en la conservación y restauración de la rica biodiversidad de la región, con el compromiso de continuar ayudando a la comunidad que rodea a este proyecto.

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