Tenjo Capítulo 2

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TENJO CAPÍTULO 2

Ruta del Chaquén

VIDEO CAPÍTULO 2

Producción: Nuestra Territa, Sonido: Pedro Aldana, Cámara: Davidson Castellanos Cámara 2: Duvan Fiallo Edición y postproducción: Duvan Fiallo. Bogotá Colombia.

Tenjo, una historia natural llena de fantasía

En uno de los 116 municipios del departamento de Cundinamarca se encuentra el último destino de esta primera Ruta del Chaquén. Tenjo, ubicado en la Sabana Centro, cuenta con una enorme riqueza natural que esconde una serie de historias mágicas, lugares llenos de fantasía, cuevas delineadas por piedras que parecen en movimiento, patrimonios vivos, bosques naturales colmados de árboles originarios y espacios enigmáticos que recogen leyendas e historias narradas por los legatarios de Chaquén.

El primer destino es el Parque Monarca. Una inventiva de biólogas de la Universidad El Bosque, quienes desde hace algunos años diseñaron este lugar constituido por una granja de animales, un verdor que reviste su entrada y un bosque encantado lleno de relatos y fábulas creadas alrededor de la naturaleza. Un espacio donde familias enteras van en busca de aventuras, del contacto con el aire puro de la zona y el conocimiento de la biología que en la voz de Sol y Daniela, sus gestoras, se hace realidad.

En la entrada del bosque encantado se encuentra el mariposario, un escenario rodeado de decenas de insectos alados que decoran el espacio con infinidad de colores. En el fondo, el Mohán, señor y protector de la naturaleza, y en el centro, El Venado, rey de los bosques. A la salida, unas plantas de todo tipo, en especial, las carnivoras, soprenden y completan este asombroso lugar.

“En este momento estamos trabajando en la reproducción y proliferación de mariposas de El Parque El Monarca. Tenemos más de cinco especies endémicas de Colombia, entre las que se encuentran mariposas monarca reales y falsas. El bosque está rodeado de leyendas griegas e indígenas que se tejen alrededor de la naturaleza. Todo eso hace parte del encanto que rodea este escenario, donde los jóvenes, niños y adultos salen con mayores conocimientos y con una conciencia más amplia acerca de la importancia de las mariposas y los diversos recursos de la Sabana”, dice Sol Quintero, bióloga de la Universidad El Bosque.

En la parte trasera del parque se puede subir una sendero para contemplar algo del Cerro El Majuy. Allí, Fernando, investigador asociado a este proyecto de la Universidad El Bosque y Odín, su pastor alemán son la guía perfecta que trazan el camino por el bosque, donde se aprecian las bondades de los árboles originarios y se entiende el peligro que representa una equivocada reforestación. La vereda Guancatá, una vía que comunica a Tenjo con Chía guarda las memorias culturales de los viejos resguardos muiscas, habitantes de estos espacios paisajísticos de antaño. “El Cerro del Majui está catalogado como una reserva forestal protectora y que por años ha sido habitado por los grupos habitacionales derivados de los muiscas. Hay partes más conservadas, donde se observan árboles, como robles, tunos, cedros nogales, laureles de cera, especies representativas de la zona andina. Como reserva forestal, esta porción de tierra hace recarga hídrica, una misión importante para el mantenimiento de los ecosistemas. Sin embargo, la siembra de lo que llamamos plantas introducidas, que se hace por medio de reforestación con plantaciones de eucalipto y pino consumen mucha agua y vuelve árido el terreno, por lo que el llamado es a restaurar con plantas endémicas y dejar atrás las plantaciones de árboles y especies foráneas”, explica el investigador Fernando.

Para terminar la jornada, Mario es el encargado de marcar los próximos pasos del recorrido. Se trata de llegar al cerro donde se expone el esplendor y la imponencia de toda la Sabana centro. Pero antes de subir están los pictogramas. Arcaicos estampados imborrables atesoran en rocas invaluables, las expresiones artísticas de las antigüas culturas indígenas.

En el retorno se puede bajar por otro camino, uno más arriesgado, pero lleno de misterio y adrenalina. Un declive en cuevas soportadas por trozos rocosos gigantes que al parecer tienen movimientos y en invierno dejan ver sus antiguas caídas de agua. Con este encuentro subterráneo colmado de energía termina la travesía por Tenjo, este primer día.

En lo más alto del municipio

En la madrugada del último día de la Ruta del Chaquén, en la falda de la Peña de Juaica se despiertan todos los sentidos cuando se escucha hablar de los espeluznantes avistamientos de ovnis que rodean este lugar asentado sobre una gran biodiversidad y una enorme reserva forestal.

En compañía de Laura Suárez, bióloga y docente de La Universidad El Bosque se asciende por un trecho complicado que vale la pena escalar, pues cuenta con un panorama donde se aprecia la más rica vegetación y flora de la región. Una hora entre un retrato vivo de 12 especies de orquídeas, bromelias o quiches que nacen y crecen al aire libre con la ayuda del aire puro de la zona, acompañadas de ranas e insectos que se refugian bajo su manto. También se aprecian los cedros de nogal; custodios legendarios de los bosques endémicos, y cuando se alza la vista, un desfile en el cielo de búhos, halcones maromeros, lechuzas y aguiluchos completan el paisaje. Dentro de la densa espesura del bosque se ocultan los venados cola blanca, especie introducida recientemente en la región y que no se asoma si siente amenazas. En la zona también habitan mamíferos de todos los tamaños, como zarigüeyas, comadrejas, ardillas cola roja y el zorro perruno, que tiene su escondite en la lejanía del Majuy.Así lo han detectado los biólogos y su equipo investigador de la Universidad El Bosque.

Llegar a la cima de la Peña de Juaica es como sellar un encuentro con la naturaleza que se había pactado hace miles de años. El contacto con cada uno de sus elementos se percibe como sagrado y permite recordar la unidad indivisible que existe entre la tierra y el hombre.

Al encuentro de la historia y la cultura

Para terminar la jornada y la ruta por Tenjo se puede visitar el parque principal, una plaza que reúne los frutos que provienen de las manos laboriosas de la gente del municipio. Lilibeth Navarrete es la guía en este viaje de encuentros con el patrimonio cultural y la productividad de la región. La Casa Chitsasugá, una memorable construcción está adaptada como casa de expocisión de los artesanos y de la asociación de mujeres del municipio productoras de quinua y sus derivados. En los salones que rodean sus patios coloniales se encuentran trabajos de madera, torneados y empalmes dignos de trabajos especializados. Tejidos de todos los colores y sabores sabaneros deleitan el paladar de habitantes y visitantes del lugar. Una casa campesina tradicional llena de recuerdos con pisos de tablón de barro guarda las memorias para sus habitantes, quienes hoy quieren recuperar su historia.

Finalmente, unos kioskos sin brillo anuncian la entrada al mercado campesino. La vitrina comercial más importante del municipio y que tiene su máximo esplendor los fines de semana. Pabellones dipuestos con productos frescos, naturales, recolectados y procesados por los cultivadores de la zona son ideales para las personas que van en busca de frutas exóticas, hortalizas frescas, plantas decorativas, productos derivados de la miel y leche de cabra. Una oportunidad perfecta para el programa de Administración de Empresas que ve un éxito potencial en este tipo de negocios locales. “Tenjo cuenta con un mercado campesino que se encarga de mostrar los emprendimientos de familias y personas que se dedican a fabricar productos nativos y naturales, sin implementar demasiados aditivos ni procesos químicos y sin recurrir a terceros para completar su cadena productiva. Nuestra propuesta es apoyar este tipo de emprendimientos con estrategias como: la planeación, organización, ejecución y control de cada uno de los productos ofertados, creando así metas y objetivos para ventas y futuros productos comercializados”, dice Yuri Paola Cifuentes, estudiante de Aministración de Empresas de la Universidad El Bosque.

Con este deseo partimos hacia el parque principal de Tenjo, para cumplir una cita con la productividad y el equilibrio.
Aquí nos esperaba Lilibel Navarrete, otra legataria del Chaquén.
La Casa Chitasugá es un lugar donde el patrimonio cultural y ancestral del Tenjo se forja a través de las manos de sus artesanos, y cuya producción se busca rescatar, posicionar y fortalecer. Aquí encontrarás Joyería, bisutería, cerámica, arte religioso y mitológico, hilandería entre muchas cosas más.

Luego visitamos el mercado campesino. Que no te engañen tus ojos. Parecen unos kioskos más, pero si te acercas, encontrarás un lugar que ofrece la oportunidad de llevarse los mejores frutos de la productividad del campo sin ningún tipo de intermediario. Hortalizas, plantas decorativas, productos derivados de la miel, la leche, incluso de cabra, entre otros. Y finalmente conocimos la feria dominical. El escenario destinado para impulsar a los los emprendedores del municipio con el claro objetivo de poder foguear sus productos ante el mercado y de esta forma evolucionar sus ideas y formalizar sus proyectos.

Más arriba, en el cerro, dentro de la espesa vegetación, ocultándose de cualquier contacto con el hombre, y protegidos por el Chaquén, se documenta la presencia de venados cola blanca, especie que fue reintroducida en la región hace algunos años. Y como prueba contundente, de que la naturaleza se abre paso cuando el hombre no atenta contra ella, el equipo de Biólogos de la Universidad El Bosque, ha identificado una hembra en estado de gestación.

También se tienen identificados en la zona otros mamíferos medianos y pequeños como el zorro perruno, que ha encontrado en la profundidad del Majui mantenerse a salvo de las enfermedades transmitidas por los perros domésticos. Habitan también la ardilla cola roja, la zarigueyas y la comadreja. Todos ellos Finalmente llegamos a la falda del cerro de Juaica. Desde donde estamos, la gran peña se alza como un gigante eterno que lo vigila todo. Llegar aquí. Estar aquí. Es una experiencia natural inolvidable. Una que merece abrir sus puertas a los amantes respetuosos de la naturaleza, pero es necesario antes preparar al ecosistema y al hombre para que se pongan cita Por eso los biólogos de la Universidad El Bosque en conjunto con las autoridades del municipio se encuentran trabajando en la implementación de todas las cadenas de valor alrededor de la conservación, y analizando la capacidad de carga del territorio.

Le pedimos al Chaquén que propicie los mejores resultados para este proyecto, y el encuentro entre el hombre y la naturaleza se pueda dar.
Asi termina por el momento La Ruta del Chaquen. En TENJO, a tan solo 1 hora de Bogotá.

Durante 6 días , primero en Cachipay y luego en Quipile hemos visto como la preservación, la productividad y el equilibrio marcan un camino próspero para activar la economía y preservar la naturaleza.

Un camino que debería recorrerse en cada rincón de nuestro país para seguir encontrando oportunidades y la forma de capitalizarlas. Nuestra Tierrita lo tiene todo. Eso siempre lo hemos sabido aunque muchas veces lo olvidamos. Mientras tanto, El Chaquén solo aguarda para bendecir nuestras acciones y premiarnos con las cosechas que produce el equilibrio.

Por: Diana Carolina Sánchez

Tenjo, historias llenas de fantasía y cuevas misteriosas en lo alto del municipio

A tan solo 28 kilómetros de Bogotá se encuentra el municipio de Tenjo, uno de los municipios que en la antigüedad hizo parte de las ciudades más importantes del pueblo muisca, uno de los grupos indígenas más avanzados, con los cuales se encontraron los españoles a su llegada a las Indias. Es tal vez por esa razón que la travesía por este lugar se encuentra enmarcada por mitos y leyendas vivas que aún, después de varios siglos, continúa vigente.

Este municipio goza de enormes riquezas naturales, asentamientos sagrados, cerros, valles y colinas repletas de flora y fauna nativa. Por esa razón, en los últimos años se ha convertido en un punto estratégico para los biólogos de la Universidad El Bosque, quienes han realizado investigaciones de alta envergadura y llevado a cabo ciertos proyectos que mezclan la conservación ambiental con la investigación académica, la vocación por la biología y el desarrollo empresarial. “A partir del concepto biológico, en Tenjo, Cundinamarca se encuentra el mariposario denominado Parque Monarca, enmarcado dentro el proyecto denominado estrategias económicas y de conservación para los sectores rurales y turísticos, el cual aborda todos los conceptos biológicos, como la exhuberancia del paisaje, el énfasis en los insectos, y de manera simultánea, atiende, apadrina y apalanca otros emprendimientos”, cuenta Clara Santafé, directora del Programa de Biología de la Universidad El Bosque.

La idea es otorgar una educación ambiental a todos los visitantes que van al parque en busca de contacto real con la naturaleza. Una experiencia que centra su importancia en lo que implica para toda Colombia el cuidado de las mariposas. “En esta experiencia, no solo integramos a los adultos, sino además contamos con la participación del público infantil, a quienes les enseñamos la esencia de los ciclos biológicos. De ese modo, creamos pequeños científicos, a través de ese encuentro directo que tienen con los insectos que se encuentran en el parque.

Cabe destacar que, con el Parque Monarca generamos fuentes de apoyo para los primeros empleos y emprendimientos de las familias que por cuestiones de la pandemia se vieron en dificultades, con el objetivo de que puedan dar a conocer y pocisionar sus productos en la comunidad de Tenjo”, dice Daniela González, bióloga de la Universidad El Bosque.

La visita al bosque encantado del Parque Monarca es una travesía mística que no solo enamora y cautiva a los pequeños que van en busca de mágicas experiencias, sino a jóvenes y adultos, quienes se sorprenden con las fábulas de antaño. Leyendas indígenas y mitología griega delinean de manera perfecta el concepto de conservación y la razón de ser de las mariposas, de modo que todo cobra sentido.

Por la conservación de los ecosistemas

Según Mario Pedraza, el Instituto Municipal de Cultura y Turismo de Tenjo en convenio con la Universidad El Bosque han venido adelantando el inventario de las rutas turísticas de naturaleza de la Serranía de Juaica y del Cerro El Majuy del municipio, uno de los sitios sagrados de los muiscas, quienes transitaban por sus terrenos espesos para recargar su energía con la naturaleza y adorar a la diosa Chía. Hoy en día, es un una cadena montañosa con más de 3.000 hectáreas que comunica a los municipios de Cota, Tabio y Tenjo.

De esa forma, biólogos de La Universidad El Bosque y su equipo de investigación han adelantado una serie de estudios en los ecosistemas de Tenjo, de manera que están en procesos de restauración de bosques, como el que se ubica en la parte trasera del Parque Monarca, donde se observa gran parte del Cerro el Majuy. Este antiguo asentamiento muisca se caracteriza por contener árboles endémicos, como robles, tunos y nogales, entre otros. Sin embargo, los procesos de reforestación que se han hecho en la zona perjudican el bosque originario.“Después de hacer una investigación de estos bosques que proveen de agua a la tierra para el correcto mantenimiento de los ecosistemas, hemos visto la necesidad de restaurar el bosque con árboles y plantas endémicas, pues el eucalipto y pino secan la tierra y se genera una competencia biológica entre las plantas de la zona andina y las especies foráneas”, explica Fernando Dueñas, investigador asociado al programa de Biología de la Universidad El Bosque.

Por su parte, en la Peña de Juaica, el punto más alto del municipio, cuenta con unas condiciones ideales para la conservación de especies originarias de flora y fauna. Es uno de los sitios favoritos de los visitantes que quieren observar la inmensidad del Valle de Tenjo y todos sus alrededores y en el camino encontrarse con especies de mamíferos inusuales, cientos de flores originarias y una variedad de aves y mariposas.

Huellas de antaño

Se dice que los pictogramas hacían parte de la antigua escritura de las culturas indígenas. Es así como en medio de una vereda de Tenjo se encuentran algunas representaciones grabadas en piedra que según los investigadores representan al hombre y la fertilidad de la mujer. Los visitantes del municipio no se pierden este lugar, pues además de ser la primera parada del camino que culmina en el mirador para apreciar toda la sabana y lugares aledaños, se pueden conocer las cuevas de antaño, las cuales, al parecer, eran el sostén de algunas quebradas, ya que en épocas torrenciales se dibujan los caminos de agua que anteriormente refrescaban el lugar.

Emprendimiento, patrimonio y desarrollo

En el centro de Tenjo se puede apreciar una serie de reliquias culturales y monumentos nacionales. Enmarcado por casas de arquitectura colonial, ventales de madera y amplios jardines, el parque central o la plaza principal del municipio se mantienen intactos desde épocas inmemorables. Allí se asientan diversos refugios llenos de historia. La Casa Chitasugá, diagonal al Palacio Municipal, una construcción urbana que ha conservado su estructura original es considerada una joya del siglo XVIII. según la Alcaldía de Tenjo “En su construcción se usaron materiales como el baharenque, adobe y piedra. Sus techos fueron anudados con trenzas de quanes, lazos elaborados con paja, elemento que luego de un proceso de cocción con miel, lo retorcían con fuerza y secaban para que sirviera de sostén a las pesadas estructuras de las construcciones”.

Esta casa evoca las tradiciones del municipio, a través de las cadenas productivas de joyería, bisutería, cerámica, arte religioso y mitológico e hilandería, elaboradas por los artesanos que buscan fortalecer y rescatar su herencia, a través de sus productos.

Y para rematar, en el centro del lugar se da apertura a la feria dominical, un lugar que destaca por los emprendimientos de artesanos, artistas, campesinos y tejedores, quienes quieren dar a conocer su labor y posicionar sus productos, más allá de Tenjo. La Universidad El Bosque ha visto en este mercado del municipio, una posibilidad de éxito y desarrollo de su comunidad. “Para impulsar este mercado, la capacitación a los emprendedores campesinos puede ayudar a implementar el desarrollo económico del municipio. Dichas capacitaciones tratarían temas financieros, aministrativos y organizacionales, ayudando a enriquecer conocimientos que sean implementados a los emprendimientos, generando así que los emprendedores campesinos se apropien cada vez más de su mercado, pues se trata de expandir sus productos a múltiples regiones y departamentos”, señala Yuri Paola Cifuentes, estudiante de Aministración de Empresas.

Por: Diana Carolina Sánchez

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GALERÍA

Material fotográfico cortesía del programa de Biología de la Universidad El Bosque