La esperanza ‘Voladora’ en las minas de Muzo, Boyacá

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LA ESPERANZA ‘VOLADORA’ EN LAS MINAS DE MUZO, BOYACÁ

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En el occidente de Colombia, más exactamente en Muzo, Boyacá – la cual es catalogada como la capital mundial de la esmeralda – se encuentra ‘La Voladora’ un segmento de la multinacional Esmeraldas Mining Services donde se dejan toneladas de tierra que no utilizan en su producción. Sin embargo, estos terrenos no pasan desapercibidos entre la comunidad de Muzo, pues desde bien temprano los paisanos acuden a La Voladora para hacer fila, con sus lonas, palas y picas.

Esto ya hace parte de las tradicionales culturales y familiares con las que se nace en este lugar de Colombia. Todas las personas que se reúnen en este espacio tienen el mismo objetivo: enguacarse.

Venga, pero, ¿qué es encuagarse? ¡Póngale cuidado paisano! Enguarcarse significa encontrar una esmeralda valiosa en el mercado, cuyo valor pueda generar una transformación en el estilo de vida de la persona o familia que la encuentre.

Pero, ¡ojo! La tarea no es nada sencilla, este trabajo exige algunas condiciones fundamentales para un desarrollo satisfactorio: fuerza física, análisis en las superficies y sobre todo paciencia. Dentro de ‘La Voladora’ existen espacios dirigidos a diferentes grupos sociales, por ejemplo, existe una zona para las personas con comorbilidades, otro para las mujeres y también uno para los adultos de la tercera edad.

La entrada no es para nada simple, hay aglomeraciones y entre uno que otro empujón, las personas se ubican en el lugar que les corresponde. Luego, hacen la selección de la tierra con la ayuda de las palas y los costales para almacenar; todo este proceso no garantiza nada, se prueba suerte, debido a que en este primer acercamiento no se logra identificar si existen esmeraldas o no.

Posteriormente, se dirigen al arroyo que se encuentra a poca distancia, para filtrar la tierra en el agua y así poder encontrar lo más preciado: las esmeraldas.

Luego de este proceso pueden existir tres posibilidades:

Que las personas no hayan encontrado nada.
Que solamente hayan encontrado ‘chirlitas’ de esmeralda – para venderlas deben reunir varias de estas, dependiendo de los quilates –
Encontrar una piedra preciosa de esmeralda, que seguramente puede cambiarle la vida.

En caso tal de haber encontrado una pieza en esmeralda pura, la satisfacción será mucha. Pero ahí, no termina el trabajo, ahora debe hacer el tratamiento a la piedra para mejorar la apariencia, en la mayoría de ocasiones se utiliza aceite mineral, el cual puede aplicarse sobre la superficie o inyectar directamente sobre las grietas de la piedra.

El último paso es venderla y para esto también hay diferentes métodos. En la capital del país, los esmeralderos se ponen cita en la plaza del Rosario, ubicada en un lugar central de Bogotá, con bastante flujo de extranjeros en el centro histórico, allí pueden vender sus gemas a clientes directos. Mientras que; por otro lado, hay empresas presentes en el mercado esmeraldero que tercerizan el proceso con grandes joyerías de otros países.

¡Ojo al dato, paisano! Según la revista Forbes, las esmeraldas colombianas son las más prestigiosas en las joyerías del mundo. Y también se dice que el 80% de estas piedras preciosas terminan en ciudades como Hong Kong, Beijing y Shanghai.

Entonces, podemos decir que lo que nace en el occidente de nuestro país puede verse en grandes vitrinas de Asia u otros grandes continentes. ¡Mucha suerte a nuestros paisanos aguerridos que día a día buscan la esmeralda que hará sus sueños realidad!